Hoy, la interculturalidad es una opción que marca un estilo a nuestra acción de acompañamiento.
· Nace del reconocimiento que culturas, identidades y pueblos, no son diferentes, sino distintos. Ninguna cultura es superior a otra.
o Por ser pueblos distintos la relación de intercambio entre los pueblos es y debe ser de respeto, de recíproco reconocimiento.
o La relación debe ser horizontal, de diálogo intercultural en condiciones de igualdad entre grupos humanos que nos reconocemos como pueblos distintos y desde racionalidades distintas.
· Exige que se propicie el aumento del sentido de pertenencia a pueblos, que nos sabemos y nos reconocemos culturalmente distintos para que todos comprendamos que sólo desde la distinción es posible romper la relación de arriba y abajo (aculturación), afuera y adentro (inculturación), que marcaron las lógicas de la aculturación e inculturación.
o Supone que en cada pueblo se explicite la conciencia de hetereogeneidad (u otredad) cultural, el sentido y pertinencia de la afirmación de la autonomía de cada pueblo para poder enfrentar, juntos, las fuerzas externas (políticas, económicas, religiosas, comerciales, comunicacionales) que intentan la homogeneización con la consecuente y progresiva des-destintividad de las identidades culturales de cada pueblo.
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